Una de las últimas versiones del jardín de la casa de Sorolla pintada en la primavera de 1920, antes de que sufriera el ataque de hemiplejía, y que demuestra el desarrollo adquirido por la plantación del jardín, ya que además del valor pictórico tiene valor testimonial de su crecimiento. Representa el ángulo del tercer jardín del actual Museo Sorolla, visto desde el segundo a través de las columnas de la izquierda, que separan a uno del otro. El jardín de la casa con sus reminiscencias árabes, donde aparece la butaca de mimbre que solía utilizar Sorolla para pintar. En esta última etapa se observa una tendencia hacia la esquematización y simplificación de formas.