Las figuras corresponden, con diferencias, a las que aparecen en la página inferior derecha del fresco de Bastianino del Juicio Final, pintado en 1577-80 en el ábside de la catedral de Ferrara. El fresco de Ferrara, obra maestra del pintor, denota el impacto que tuvieron sobre Bastianino los frescos de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina, que había visto durante su visita a Roma en 1565. De hecho, el Juicio Final de la catedral de Ferrara es una descarada reinterpretación del prototipo de Miguel Ángel, con el tema concebido en términos más atmosféricos y pictoricistas. El hecho de que el dibujo esté cuadriculado para su reporte y de que haya varias versiones de la pintura acabada sugiere que podría tratarse de un estudio preparatorio original del maestro.Por otra parte, el dibujo del Prado está cercano, en cuanto a ejecución, a un grupo de dibujos a pluma del taller de Bastianino, que salieron a la luz en un álbum que se conserva en el Castello Sforzesco de Milán, algunos de los cuales presentan cuadriculados a lápiz y otros están relacionados con las figuras del fresco de la catedral de Ferrara.
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