Esta pintura ha sido relacionada con Durero (1471-1528) y con Lucas de Leiden (1494-1533). Supone un sobresaliente ejercicio de estilo que manifiesta su atenta observación de originales alemanes del siglo XV, cuya técnica Giordano intentó imitar. En ella Giordano aplicó una pincelada minuciosa y precisa de trazos cortos que reproducen con rigurosa exactitud el aspecto de los objetos, la incidencia de la luz y los brillos metálicos, así como los detalles anatómicos, todo ello en las antípodas de su sensibilidad artística. Esta pintura forma parte de un grupo de más o menos una docena, todas ellas correspondientes a la juventud del artista y representan escenas de la vida de Cristo, especialmente de la Pasión, cuyas composiciones tomó de estampas alemanas.