El lienzo estuvo atribuido a Goya, quizás por recordar algunas de sus más sencillos cartones para tapices. Su carácter y dimensiones lo relacionan ciertamente con algunos del maestro aragonés, pero su técnica difiere un tanto de ellos. CAmón Aznar, que lo titula Desayuno en el campo, da por seguro que se trata de un "boceto" para un tapiz, dle círculo de los pintores de la fábrica de Santa Bárbara, y lo cree quizás de Ramón Bayeu "pues es lo más afín a su manera": Gaya Nuño, sin embargo, piensa que es "acaso de Ginés de Aguirre". Es evidente su relación con los cartones de tapices que guarda el Prado, que pintados bajo la dirección de Francisco Bayeu y Mariano Maella -y a veces por sus bocetos- realizaron los oficiales del taller. No se ha identificado tapiz alguno con esta composición y debe pues el lienzo permanecer como anónimo.