Este tipo de copas se fabricó especialmente durante los dos últimos tercios del siglo XVI en los Países Bajos tanto del norte como del sur y también en Alemania. La estructura es parecida en todos los ejemplares conservados, pues depende principalmente de la forma del coco, que por lo general aparece tallado con asuntos diverso y se guarnece con listas verticales y pequeñas caperuzas arriba y abajo. La zona lisa de la boca es también común. En la copa de la colección Lázaro el elemento más raro es el nudo, que no se corresponde bien con los usuales en el siglo XVI, tanto en este como en otro tipo de piezas de astil. Pero es patente que este ejemplar es una imitación más o menos fidedigna de algún modelo antiguo, de fines del siglo XVI. En primer lugar, el poco peso de las partes de plata es ya indicativo de su modernidad. El estudio iconográfico también permite señalar algunas irregularidades. Es comprensible que se represente a los cuatro evangelistas pero no que dos santos queden inidentificables por la falta de atributos simbólicos, como si el tallista no hubiera podido solventar el esquema tripartito a que le obligó la talla de tres escenas en el coco. Si la copa se dedicaba a asuntos religiosos, no parece coherente haber rematado con una figura de la Antigüedad, sin sentido religioso alguno; antes bien, recuerda levemente las representaciones de Demóstenes.