La Virgen aparece en pie, a un lado, con las manos cruzadas sobre el pecho, pisando el cuarto lunar, sobre el dragón. Junto a ella, Dios Padre, sobre nubes y rodeado de una gloria de angelitos, extiende su mano para bendecirla.

Se trata de una discreta copia del gran lienzo de altar que se conserva en la iglesia de San Filippo, de Perugia, pintado por el gran maestro del barroco italiano Pietro de Cortona en colaboración con su discípulo Ciro Ferri, encargado al artista en 1658 y terminado en el verano de 1661. Debió ser obra de éxito entre la clientela religiosa italiana, a juzgar por las varias copias que de él se conocen, como la que se encontraba en el Duomo de Carrara y la que se conserva aún en la iglesia de San Filippo a Ripatransone, cerca de Fermo. La fama de este prototipo iconográfico de Cortona traspasó fronteras, como prueba la existencia de una copia de gran tamaño, atribuida a Gregorio Ferro, en el Hospital Enfermería de la Venerable Orden Tercera de San Francisco en Madrid, aunque en posición invertida, lo que parece indicar su ejecución a través de estampa, seguramente la grabada por F. Spiene. También el presente ejemplar, en su posición original y fiel salvo pequeños detalles al original cortonesco, ha de ser seguramente español y datable en los primeros años del siglo XIX, mostrando una mano de facultades más bien medidas, especialmente torpe en las partes accesorias, como las figuras de los angelitos, el dragón y las nubes.